ASPECTOS GENERALES PARA LA CAZA DE LA TORTOLA

¤La Tórtola es una especie presente en gran parte del Hemisferio Sur.



Entre todas las modalidades de caza menor desde un puesto fijo o sitio de espera, que se conocen, talvez ninguna resulte tan variada e interesante como la de la tórtola (Zenaida auriculata). Reúne, esta especie, para el cazador, tres poderosos encantos: 1) su abundancia, 2) lo cambiante y raudo de su vuelo y, 3) la belleza escénica de los lugares dónde se encuentra. Disparar setenta u ochenta tiros en una sola mañana, sin moverse del mismo potrero, y sin necesidad de batidores, es un placer inenarrable, del cual no todos los que se dicen cazadores, pueden dar testimonio.

La tórtola de nuestros potreros hace piruetas en el aire con la misma facilidad de un avión de la escuadrilla de acrobacias; y que se cuide el cazador atolondrado que no la deje entrar en su campo de tiro. Este, apenas haga el más mínimo movimiento no estudiado o calculado, para levantarse y encarar, perderá su opción, porque la tórtola realizará un fulminante cambio de dirección, poniéndose de esta forma, fuera del alcance del haz de perdigones.
Por lo dicho, se puede deducir que la tórtola es una de las aves voladoras (existen aves que no vuelan) de vista más aguda y con una memoria casi comparable con la de un ordenador. En ocasiones, durante un tiroteo muy insistente, su esquivez se acentúa, notablemente, y sola o en bandada, se esta ave alejará a muchos kilómetros del lugar de cacería. Por lo mismo, que tratar de aguardarlas sin cambiar de cazadero, es caminar derecho a un mal resultado.
A la tórtola, como ocurría antes, cuando se podía cazar la torcaza, hay que darles una tregua. Esto quiere decir que no es bueno ni prudente cazar tres o cuatro veces en el mismo potrero. Hay que dejar pasar un tiempo para conseguir que regrese al rastrojo en busca de su comida, que por lo general son granos.

LOS LUGARES
En Chile y en Argentina la tórtola se caza en los rastrojos de maíz, trigo, arroz, porotos, y maravilla. El número ideal de cazadores para que el tortoleo sea bueno, es entre diez y quince personas. Si el potrero es más amplio -cincuenta o sesenta hectáreas- se requerirá de un número mayor de escopetas, para poder cubrir bien las principales salidas y entradas del coto. Los cazadores deberán distribuirse adecuadamente en los lugares sobre los cuales las bandadas de tórtolas "transitan" en su ir y venir al comedero.
Respecto del escondite, en otros países se construyen "quinchos" ó "rucos" con palos y ramas, que tienen la forma de un parapeto. Los cazadores -dos o tres- se instalan detrás del "quincho" y desde allí disparan a la pasada. Estas construcciones pueden ser "removibles", a objeto de llevarlas o transpotarlas hasta el sitio de mejor entrada de tórtolas. El tejido con ramas debe ser bastante tupido para que las aves no vean al cazador. El "ruco" o "quincho" se hace con ramas del lugar, tratando de simular un elemento natural de la geografía. Hay quienes acostumbran levantar estos parapetos, dos o tres días antes de la cacería. Eso está bien, pero el día del tortoleo, deberán colocar encima ramas y ganchos frescos, para las aves no recelen de las tonalidades de las hojas secas o muertas.

EL VESTUARIO
Demás está decir que los cazadores deberán ocultarse detrás de una mata o debajo de un árbol. También es indispensable el uso de ropa de caza. Los trajes camuflados parecen ser los mejores, pero también sirve toda prenda que tenga el color del matorral del potrero. Para cazar en un rastrojo de maíz la ropa deberá ser, predominantemente, de tonos verdes, amarillos y café. Si el coto está en un potrero de maravilla, el color debe ser el amarillo o el café claro. En suma, el traje de caza de los cazadores y sus acompañantes -esto es muy importante- debe ir de la mano con el color predominante del medio ambiente (terrero, árboles y arbustos). Los gorros de colores vivos (rojo, azul, verde, amarillo), no son aconsejables.

EN EL TERRENO
La llegada del grupo de escopeteros al coto, debe ser antes de la salida del sol. El desplazamiento debe ser cauteloso, y a pié. Los vehículos deben estacionarse lejos del lugar de cacería. La tórtola es un ave de costumbres y de hábitos diarios, y notará de inmediato que su sitio de alimentación ha sido alterado. La distribución de los cazadores debe ser inteligente. Las tórtolas que vienen de sus dormideros a hacer la primera comida del día, siempre entran al potrero por un mismo lugar. Cada potrero tiene dos, tres y hasta cuatro entradas, que el cazador deberá conocer. Las tórtolas llegan casi siempre desde la precordillera. Para entrar al potrero prefieren los "portillos" que quedan en las arboledas que rodean el rastrojo. También se guían por las corridas de árboles altos, ó las cercas, ó los zanjones ó los pequeños cursos de agua que cruzan la tierra. En las entradas deben distribuirse dos o tres cazadores y los otros formar filas detrás, a una distancia de 60 metros, mínimo. Conviene colocar gente en todas las esquinas del potrero, para obligar a que estas aves se queden dentro, revoloteando.
La tórtola en las primeras horas de la mañana es persistente, y trata de volver a su lugar de comida. En la mañana entrarán en bandadas, pero luego, a medida que crece el tiroteo, comienzan a pasar en parejas o pequeños grupos de cuatro o cinco ejemplares. Este vuelo es más rápido (puede alcanzar a los 90 k.p.h.) porque se trata de una tórtola "advertida". La de la mañana, entra más lento, porque va confiada.

TIEMPOS Y HORARIOS
Las tórtolas en abril y mayo comienzan a entrar al coto entre las 7,20 y las 7,35 A.M. En pleno invierno, por las lluvias y las heladas, lo hacen diez para las ocho, o pasadas las ocho. Cuando el tiempo está realmente malo, se atrasan y aparecen a eso e las 8,30 A.M. La cacería de estas aves no dura mucho. Son buenos los primeros treinta ó cuarenta y cinco minutos; después pasan, pero más "raleadas", sobre todo si no hay mucha comida. Porque si el potrero está recién cosechado, la tórtola volverá todas las veces que sea necesario, con tal de echarse unos granos al buche.
Lugares seguros de abundancia de tórtolas son: los potreros recién sembrados o aquellos que se acaban de cosechar, por la cantidad de grano que queda botado a la vista. No se sabe por qué motivo, pero la tórtola gusta mucho comer en los rastrojos quemados, especialmente si son de lentejas ó maravilla. Otro hito que ayuda a encontrar un buen potrero es la cercanía de algún río. La tórtola necesita mucho agua, y bebe tres o cuatro veces al día. También se pueden encontrar grandes bandadas en los "cardillales", cuya planta arroja una semilla que es "manjar" para estos plumíferos. De cazar en un lugar con mucha cardilla, advertimos que hay que protegerse las manos, los brazos y las extremidades inferiores, ya que la cardilla pega unas espinas muy chiquitas y muy molestosas. Otros lugares con algún grado de preferencia son las laderas de los cerros que rodean un potrero y las "nogaladas" (arboledas con nogales).

LOS PRO Y CONTRA DEL TERRENO
Pero cualquiera sea el sitio, es importante tomar en cuenta la textura del terreno. Un potrero con mucha caña de maiz parada, será mortal para recoger la tórtola abatida. También lo son los terrenos arados y aquellos que están blandos ó con barro. También son fatales los potreros con mucha piedras; éstas dificultan la recogida. El mejor terreno es aquel que está firme y despejado. De esta manera el cazador podrá cobrar todas las piezas abatidas, incluso las que han quedado sólo heridas.

AGUADAS Y PASADEROS
Algunos malos cazadores buscan a la tórtola en los "aguaderos" y en los "pasaderos de tarde". Ambas opciones son muy poco deportivas. Ir a buscar la tórtola a su lugar de hidratación es un crimen, lo mismo que situarse por la tarde sobre su ruta de regreso al lugar de descanso. Este es un deporte, no una masacre. El otro "pecado" es disparar a aves posadas. La caza tiene que ser al vuelo, y no hay ninguna otra alternativa.

CUESTIONES TECNICAS
Sobre la técnica de disparo, no nos vamos a extender aquí, porque necesitaríamos muchas páginas. Hablaremos sobre la distancia ideal de tiro que está entre los 25 y 30 metros. Arriesgar un tiro a mayor distancia es una lotería, salvo que el cazador sea muy experimentado y tenga una escopeta de cañones largos (full y full). La escopeta ideal para la tórtola en la zona central, comprendida entre Talca y Chillán, es aquella que tiene cañones de media y tres cuartos. Si la cacería es en Temuco, Victoria, ó Collipulli, es preferible un arma con media y full. Privilegiamos el cañón de media en ambas casos, porque tiene un buen plomeo.
Respecto del tipo de cartucho, actualmente hay mucho dónde elegir. El mercado nacional ofrece hoy, una amplia gama de tipos de cartuchos, con distintos pesos o cargas y diferentes tamaños de munición. Los demás elementos -taco, fulminante y pólvora- son casi estándar y no hay grandes diferencias entre un tipo y otro. Las diferencias podrían estar en la presión, factor que influye en la velocidad del tiro. Para la tórtola se emplea la munición 7 y medio; es lo más común entre los cazadores competitivos. En cuanto a la carga (cantidad de munición) se emplea mucho el cartucho de 30 y/o 32 gramos.

Algunos consejos finales
1.- La tórtola se dispara con adelantamiento ó cubriéndola con los cañones. Se adelanta cuando pasa cruzando delante del cazador, y se cubre con los cañones cuando viene volando hacia la posición del cazador. El disparo es con ambos ojos abiertos.
2.- Los tiros que se llevan en el morral deben ser todos iguales. Si lleva dos o tres tipos, lo único que conseguirá, será confundirse. Para estudios y cavilaciones está el tiempo que queda después de una cacería.
3.- No tenga nunca más de dos piezas en el suelo. Al caer, márquelas visual y mentalmente, para poder ir después a recogerlas.
4.- Tome todas las medidas de seguridad al cargar su escopeta. Jamás cruce una cerca o salte un canal con la escopeta cargada. Jamás la transporte en un vehículo o en el porta-maletas del auto, con los tiros puestos, aunque le lleve el seguro colocado. Jamás ponga el dedo en gatillo al momento de cargar y cerrar su arma: suelen dispararse.
5.- Si la noche anterior a la cacería estuvo de fiesta o no durmió bien, no cace. La bebida y el sueño son enemigos del buen deportista.
6.- Si quiere enseñarle a un hijo, jamás le pase la escopeta y lo deje irse solo al potrero. Acompáñelo siempre, e indíquele todo lo que puede hacer y todo lo que no debe hacer.
7.- Si completó su cuota de cacería, no cace más. Regrese al lugar de reunión y guarde su arma.
8.- Porte siempre sus permisos. Son dos: el permiso de caza del SAG y el Porte del Arma que entrega la Guarnición Militar. Si quiere estar más seguro, lleve siempre dentro del estuche, la inscripción del arma. Cazar sin permiso y sin el porte del arma, es un delito.
9.- Nunca haga tiros rasantes. Puede herir a un compañero ó a su recogedor. El grado de inclinación del tiro es sobre los 65 grados. Bajo esa inclinación, es tiro rasante.
10.- Si está cazando tórtolas y le sale una perdiz, no le dispare. Hay una ética y Ud. debe respetarla.